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jueves, 21 de septiembre de 2023

DUQUE DE AHUMADA I

 En 1803 nacía en Pamplona Francisco Javier, María de la Paz, Bernardo, José Juan Nepomuceno, Eulogio, Leandro Girón y Ezpeleta Las Casas y Enrile, creador y fundador de la Guardia Civil. Hijo de Pedro Agustín Girón de Las Casas (marqués de las Amarillas) y nieto de Don Jerónimo Girón y Monteczuma, abuelo paterno.


Carlos IV reinaba en España, casado con María Luisa, teniendo como privado a Godoy. 

Don Jerónimo Girón toma el mando del Virreinato y Capitanía General de Navarra, momento en el cual ya se había pactado entre Godoy y Perignon el Tratado de San Ildefonso, alianza franco-española la cual nos dejaba en un vasallaje vergonzoso del cual más tarde se aprovecharía Napoleón.

Importante personaje el abuelo paterno, responsable de la educación moral de ese niño que era Francisco Javier, carente de las influencias más resolutivas que todo niño puede tener, es decir, el cuidado paternal (Pedro Agustín recibe la orden de incorporarse en Cádiz a la División de Granaderos Provinciales).

Godoy nombra Virrey de Navarra al duque de San Carlos, y a Don Jerónimo Girón, Vocal del Consejo Supremo de Guerra y Marina, con residencia en Madrid. Acaba ocupando por antigüedad el cargo de Decano del Consejo Supremo de Guerra y Marina, por fallecimiento del anterior titular. No se siente seguro Don Jerónimo Girón en Madrid y teme por la vida propia, la de su nieto y la de la madre de este, todo ello como consecuencia de haber mantenido una conducta tachada de prudente durante aquellos días y al verse acusado gravemente por algunos combatientes madrileños de guardar en su domicilio un arsenal junto con ciertos ataques personales proveniente de la figura de Francisco Ramón Eguía.

Abandonan Madrid para ser finalmente arrestado en Córdoba. Pasa de ser una persona acaudalada e influyente a rozar la indigencia. Es absuelto de las acusaciones formuladas y decide quedarse en la ciudad de Sevilla hasta el final de sus días. Aprovecha este tiempo de tranquilidad para dedicar su tiempo a la educación de Francisco Javier, que ya contaba con la edad de 10 años alcanzando el empleo de Capitán con tan solo la edad de 12 años (nada extraño en la época en la que se podían encontrar alféreces con la edad de 6 años por expresa voluntad del soberano). 

Fallece Don Jerónimo Girón en Sevilla otorgándose a Pedro Agustín el título de IV de Marqués de Las Amarillas (título heredado por Don Jerónimo al fallecer su tía María del Rosario Ahumada sin descendencia).


viernes, 8 de septiembre de 2023

SILENCIO ADMINISTRATIVO

 En los procedimiento administrativos iniciados a SOLICITUD DEL INTERESADO el trascurso del plazo máximo para resolver sin notificar la resolución tendrá carácter ESTIMATORIO, salvo:

- 1) Ley, Derecho de la U.E, Internacional aplicable en España establezcan lo contrario.

- 2) Derecho de petición.

- 3) Trasfiera al solicitante o tercero facultades dominio público o servicio público.

- 4) Ejercicio actividades dañen medio ambiente.

- 5) Resp. Patrimonial Administración.

- 6) Impugnación actos y los de revisión (de oficio o de parte)------ salvo alzada contra desestimados por silencio administrativo excepto 2,3,4 y 5.

 En los procedimiento administrativos iniciados de OFICIO el trascurso del plazo máximo para resolver sin notificar la resolución:

- FAVORABLES: DESESTIMA.

- GRAVAMEN: CADUCIDAD.

jueves, 7 de septiembre de 2023

A LOS QUE DIERON SU VIDA POR ESPAÑA.

Lo demandó el honor y obedecieron,
los requirió el deber y lo acataron ;
con su sangre la empresa rubricaron,
con su esfuerzo la Patria engrandecieron.
 
Fueron grandes y fuertes, porque fueron
fieles al juramento que empeñaron.
Por eso, como valientes lucharon,
y como héroes murieron.
 
Por la Patria morir fue su destino,
querer a España, su pasión eterna,
servir en los Ejércitos, su vocación y sino.
 
No quisieron servir a otra Bandera,
no quisieron andar otro camino,
no supieron vivir de otra manera.

De los consejos de Don Quijote a Sancho antes de irse a gobernar la ínsula

 Primeramente, oh hijo, has de temer a Dios, porque en el temerle está la sabiduría, y siendo sabio no podrás errar en nada.

Lo segundo, has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que pueda imaginarse. Del conocerte saldrá el no hincharte como la rana que quiso igualarse con el buey, que si esto haces, vendrá a ser feos pies de la rueda (alusión de la época) de tu locura la consideración de haber guardado puercos en tu tierra...

-Así es verdad - replico Don Quijote-; por lo cual los no de principios nobles deben acompañar la gravedad del cargo que ejercitan con una blanda suavidad que, guiada por la prudencia, los libre de la murmuración maliciosa, de quien no hay estado que se escape. Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te desprecies de decir que vienes de labradores; porque viendo que no te corres, ninguno se pondrá a correrte; y préciate más de ser humilde virtuoso que pecador soberbio. Innumerables son aquellos que de baja estirpe nacidos han subido a la suma dignidad pontifica e imperatoria, y desta verdad te pudiera traer tantos ejemplos que te cansarán.

Mira Sancho: si tomas por medio la virtud y te precias de hacer hechos virtuosos, no hay para qué tener envidia a los que padres y abuelos tienen príncipes y señores; porque la sangre se hereda, y la virtud se adquiere y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale.

Siendo esto así, como lo es, que si acaso viniere a verte cuando estés en tu ínsula alguno de tus parientes, no le deseches ni le afrentes; antes le has de acoger, agasajar y regalar, que con esto satisfarás al cielo, que gusta que nadie se desprecie de lo que él hizo, y corresponderás a lo que debes a la naturaleza bien concertada.

Hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre, pero no más justicia, que las informaciones del rico.

Procura descubrir la verdad por entre las promesas y dádivas del rico como por entre los sollozos e importunidades del pobre.

Cuando pudiere y debiere tener lugar la equidad, no cargues todo el rigor de la ley al delincuente; que no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo.

Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia.

Si alguna mujer hermosa viniere a pedirte justicia, quita los ojos de sus lágrimas y tus oídos de sus gemidos, y considera de espacio la sustancia de lo que pide, si no quieres que se anegue tu razón en su llanto y tu bondad en sus suspiros.

Cuando te sucediere juzgar algún pleito de algún tu enemigo, aparta las mientes de tu injuria y ponlos en la verdad del caso. No te ciegue la pasión propia en la causa ajena; que los yerros que en ella hicieres, las más veces serán sin remedio, y si le tuvieren, será a costa de tu crédito, y aún de tu hacienda.

Al que has de castigar con obras no trates mal con palabras, pues le basta al desdichado la pena del suplicio, sin la añadidura de las malas razones.

Al culpable que cayere debajo de tu jurisdicción considérale hombre miserable, sujeto a las condiciones de la depravada naturaleza nuestra, y en todo cuanto fuere de tu parte, sin hacer agravio a la contraria, muéstratele piadoso y clemente; porque aunque los atributos de Dios todos son iguales, más resplandece y campea a nuestro ver el de la misericordia que el de la justicia.